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jueves, 21 de diciembre de 2023

SIMONE WEIL Y LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Editorial
Que yo esté absolutamente convencido de que la guerra es por sí misma la encarnación del mal no va a cambiar el curso de la historia ni tampoco lo que opinen quienes están a favor de ella como un medio para conseguir un fin más elevado (¿existe algún fin más alto que el de preservar la vida de las personas?). Y si de entre todas las guerras puedo señalar una modalidad como la más execrable de todas esa es la guerra civil, la guerra que se produce entre personas que hasta pocos días antes habían estado compartiendo lugares, costumbres, comidas, trabajo, aficiones, juegos y familia. Nunca, bajo ningún concepto, se debería desdeñar ningún esfuerzo para intentar evitar las guerras. No hay guerras buenas. De hecho, la guerra, más incluso si se trata de una guerra civil, tiene la perversa capacidad de convertirnos en seres peores que lo que éramos antes de que estallara, aunque, por fortuna, siempre haya excepciones maravillosas.

Existe la creencia de que la guerra civil española fue una guerra donde en un bando luchaban los buenos y en el otro se encontraban los malos. Supongo que este ingenuo parecer viene determinado por el hecho de la sublevación militar antidemocrática y antitodo que la inicia... y por no haber leído nunca una información más o menos objetiva y detallada sobre este negrísimo período de nuestra historia. Habrá que recordar que la investigación histórica existe. También, claro está, interviene la posición ideológica que, igual que el dogma de fe, hace que demos en creer solamente lo que nuestra iglesia afirma.

Simon Weil (Auden sería otro caso similar al de la pensadora francesa, pero hay más) vino a España para luchar al lado del frente republicano y se fue horrorizada ante lo que vio. Trotta publicó en 2007 sus Escritos históricos y políticos. La IV sección está dedicada a la guerra en España. Ahí se incluyen los textos Diario de España, Reflexiones para disgustar, ¿Qué sucede en España?, La política de neutralidad y la ayuda mutuaCarta a Georges Bernanos. En general, son textos breves. Me permito adjuntar dos de ellos, de los breves, por eso de que no se piense que las citas pueden estar sacadas de contexto o alteradas:




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sábado, 16 de diciembre de 2023

CENTAURO METAFÍSICO, Oteiza

Centauro metafísico. Ataun.

Escribía Juan Eduardo Cirlot en su estupendo Diccionario de símbolos:


Centauro
      Ser fabuloso que, constituido por seres medio hombres medio caballos, se suponía nacido de Centauro y de las yeguas de Magnesia. Desde el punto de vista simbólico constituyen la inversión del caballero, es decir, la situación en que el elemento inferior (fuerza cósmica no dominada por el espíritu, instintos, inconsciente) domina plenamente.


Ciertamente, no han gozado de buena fama estos seres mitológicos asociados a lo instintivo y la brutalidad. Ahí están las metopas del Partenón para recordarnos la bestialidad y el vandalismo del comportamiento de estos seres durante el banquete de la boda entre Pirítoo e Hipodamía. Sin embargo, la imagen que yo he tenido de ellos desde pequeño ha sido muy otra. En mi imaginario —tal vez influenciado por alguna película o algún cuento que no recuerdo— han sido seres amables y benefactores. Imagen mucho más acorde con la del excepcional Quirón, maestro de Aquiles y otros muchos héroes griegos. 

Sea como fuere, no es este el caso del metafísico centauro imaginado por Oteiza, quien aludía a la doble naturaleza de esta creación mitológica como metáfora del ser vasco —entidad también abstracta e imaginaria, como cualquier otra generalización que se haga de un colectivo tan heterogéneo como es un pueblo entero—. El artista oriotarra aludía a la doble naturaleza del pueblo vasco, la pragmática y la religiosa, la que se cuestiona sobre el quehacer y el trabajo, y la que le lleva a interrogarse por el más allá, la que trata de encontrar una respuesta trascendental y religiosa a las incertidumbres del humano vivir.

Ignoro qué aceptación pueda tener esta lectura, inequívocamente heredera del romanticismo, entre la población actual del País Vasco. A mí, en todo caso, siempre me ha llamado la atención este tipo de pensamiento abarcante y totalizador, que da en explicar la realidad, en este caso el ser humano, tal y como lo piensa e imagina alguien; ese contundente decir la humanidad es así. Y se quedan tan satisfechos con su ocurrencia, como si acabaran de descubrir una verdad rotunda e indubitable. ¿Creía Oteiza que el impulso religioso del insigne Barandiarán era el que movía a toda la población vasca?

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martes, 22 de agosto de 2023

DE LA ESCRITURA... y la lectura

Escriba sumerio Dudu. Fuente: worldhistory

 Seguramente la escritura nació en Sumeria, pero poco importa dónde, porque lo realmente importante es que en un momento dado a alguien se le ocurrió utilizar pequeños signos para representar objetos y más adelante otras personas lograron representar ideas y sonidos. Surge la escritura y con ella la capacidad de almacenar cantidades ingentes de información, sin tener que recurrir al despistado y voluble cerebro humano. 

A partir de ese momento, la humanidad puede plasmar —¡qué proeza, qué magnífica proeza!— una idea, un acontecimiento, un número, una ley, el furor o la benevolencia de los dioses, las desgracias de los seres queridos, la descripción de las estaciones, el amor hacia otra persona... sobre un soporte y transmitirlo a otras a quienes tal vez ni conoce ni son contemporáneas suyas.

Podemos decir que fueron básicamente los escribas del creciente fértil quienes en un principio se encargaron de mantener vivo el conocimiento de esta maravillosa creación humana doble. Doble, sí, porque con el primer signo escrito nace, es evidente, el texto y, al mismo tiempo, la lectura. No hay escritura sin que haya alguien que la lea. Sin lectura la palabra escrita carece de sentido. Se escribe para que alguien lea.

Hoy, afortunadamente, y aunque tal vez no lo apreciemos en todo lo que vale, sabe leer y escribir una parte importante de la población mundial, y ojalá pronto sea toda ella, porque tener esa capacidad es tener un poder maravilloso, como bien sabían los escribas mesopotámicos que terminaban sus escritos con un orgulloso que los sabios instruyan a los sabios, porque los ignorantes no saben ver Catálogo de la exposición Naissance de l'écriture—.

Pero es que, además, la escritura, y con ella su inseparable cara la lectura, tiene la capacidad de ofrecer la inmortalidad, como también sabían los escribas en Egipto:

¡Sé escriba! ¡Graba esto en tu corazón

Para que también tu nombre sobreviva!

El pájaro es mejor que la piedra tallada.

Un hombre ha muerto: su cuerpo se convierte en polvo,

Y sus familiares se extinguen.

Un libro es lo que hace que sea recordado

En la boca del hablante que lo lee

(Lichtheim, Ancient Egyptian Literature. Citado por Manguel en Una historia de la lectura).

Sin poner como meta la inmortalidad y sin pretender salir de los márgenes de la vida cotidiana, no estaría demás hacer todo cuanto esté en nuestras manos por conservar y extender la capacidad lectora de nuestra sociedad, porque la lectura nos ayuda a frenar el crecimiento de la nada en sus múltiples facetas.

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sábado, 5 de agosto de 2023

UNA HUMILDE PROPUESTA

Fuente: Wikipedia

 No es que quiera dedicarme al comentario político ni tampoco robarle el título al famoso y corrosivo cuento de Swift, pues no hay sentido irónico en lo que voy a expresar ni pretensión alguna de convertirme en analista político (actividad muy alejada de mis inclinaciones). Hecha esta aclaración, voy directamente a mi propuesta, aunque más que una propuesta es una reflexión en voz alta sobre elecciones, resultados, acuerdos y consecuencias.

Un parlamento, un senado, una cámara de representantes es el producto directo de unas elecciones; es decir, en ese grupo de personas se encuentran proporcionalmente representadas las formaciones políticas que han concurrido a las elecciones y han obtenido el suficiente número de votos como para alcanzar al menos un escaño. Después, las leyes, decretos y demás legislación que en ese espacio se aprueben serán el resultado de la votación de quienes allí se encuentran. 

Esto quiere decir que una norma aprobada, sea la que sea, no es otra cosa que el resultado de que una parte mayoritaria de las personas de esa asamblea se hayan puesto de acuerdo, tácita o implícitamente, en votar a favor de la propuesta; y ese grupo de personas, a su vez, no es otra cosa que una representación de la parte proporcional de la población un país. 

Este es el juego parlamentario que mayoritariamente aceptamos votantes y abstencionistas. A cada cual corresponderá saber por qué vota lo que vota o se abstiene de votar. La cuestión es que aceptamos el resultado de los acuerdos y desacuerdos a los que se pueda llegar dentro de la cámara de representación porque, en lo esencial, creemos que representan proporcionalmente, con mayor o menor fortuna, a la población que vive y trabaja fuera de esa cámara. 

Si esto es así, ¿por qué no son igualmente representativos de toda la población votante los gobiernos? ¿No sería más democrático que estuvieran compuestos en función de la proporción de votos obtenida en las urnas? Y no me refiero con más democráticos a que tengan tantos cargos como la proporción de votos les corresponda, sino a algo más profundo. Me refiero a que un grupo de personas con ideologías diferentes, con convicciones políticas distintas, estaría necesariamente obligada a tomar decisiones después de haber intercambiado argumentos y diferencias hasta alcanzar decisiones en las que se tuvieran en cuenta todos los puntos de vista.

No hablo de pragmatismos, sino de una comunidad de diálogo en la que todas las decisiones se toman desde la aceptación de que cada uno de los miembros que componen el grupo tienen las mismas pretensiones de veracidad y quieren contribuir desde sus formación, capacidad y perspectiva al bien común. Esto es, una auténtica comunidad de diálogo.

Puede pensarse que es una propuesta un tanto extravagante; sin embargo, si bien de manera menos reglada, es así como actuamos en la vida cotidiana, ya sea en las reuniones del vecindario de una comunidad, en el claustro de un centro educativo o en una asamblea de fábrica... En todas ellas se encuentran personas de todas las creencias y convicciones, hablan si quieren hablar, y en todas ellas se alcanzan a acuerdos.

Tal vez un gobierno que fuera capaz de funcionar acogiendo proporcionalmente todas las tendencias expresadas por la población podría gozar de una mayor credibilidad y limar el desafecto que sufre la clase política por parte de una proporción importante de la ciudadanía. Tal vez el encontrarse involucrados en una tarea colectiva les llevara a percibirse como grupo que trabaja en una causa común. Incluso es posible que aumentara la participación electoral, pues la población sabría que aquello que vota, de alguna manera, va a estar representado en los órganos administrativos que toman decisiones. 

Tal vez.

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lunes, 24 de julio de 2023

EL PODER DE LA LECTURA

Editorial
Existen muchas declaraciones de amor hacia la lectura, incluso libros completos dedicados a ensalzar las cualidades de la misma, pero posiblemente ningún pasaje, ninguna escena que yo haya leído atribuye tanta capacidad de sugestión al texto como la que Dante nos relata al final del Canto V del Infierno.

Pongo el contexto para quien no sepa de qué va la magna obra del italiano: La Divina comedia cuenta el recorrido que realiza el autor por el infierno, el purgatorio y el cielo. En los dos primeros espacios es guiado por Virgilio; en el último, por Beatriz, amor platónico del poeta y alma pura donde las haya. El infierno tiene nueve círculos, nueve sótanos —estamos por debajo de la superficie de la tierra—, cada uno de ellos dedicados a hospedar a quienes se han dejado arrastrar por alguna maligna debilidad, pasión o pecado según la escuela teológica o psicológica en la que nos situemos. En el segundo círculo, piso -2, se encuentran las víctimas de la lujuria.

Allí Dante encuentra una pareja conocida y quiere saber el motivo por el que ha sido castigada a tan lúgubre sitio. Ella, Francesca, le responde (utilizo la traducción de Luis Martínez Merlo):

..."Ningún dolor más grande
que el de acordarse del tiempo dichoso
en la desgracia; y tu guía lo sabe (se refiere a Virgilio).

Mas si saber la primera raíz 
de nuestro amor deseas de tal modo,
hablaré como aquel que llora y habla:

Leíamos un día por deleite,
cómo hería el amor a Lanzarote; (el caballero que se enamora de Ginebra)
solos los dos y sin recelo alguno.

Muchas veces los ojos suspendieron
la lectura, y el rostro emblanquecía,
pero tan sólo nos venció un pasaje.

Al leer que la risa deseada 
era besada por tan gran amante,
éste, que de mí nunca ha de apartarse,

la boca me besó, todo él temblando.
Galeotto fue el libro y quien lo hizo;
no seguimos leyendo ya ese día".

(La negrita es mía)

Contexto que falta: Francesca está casada con Gianciotto, quien tiene un hermano pequeño, Paolo. Paolo y Francesca, por tanto, son cuñados. Estos tres, atención, son personajes reales, coetáneos del autor, como otros muchos que aparecen en la Comedia condenadas a las zahúrdas de Plutón.

Una tarde Francesca y Paolo están leyendo una de esas novelas tan populares en aquella época sobre los amores de la reina Ginebra y del caballero Lancelot. En ella se cuenta que Galeotto ha sido el intermediario, el que ha puesto en contacto a reina y caballero; de ahí el penúltimo verso: en la historia que leen los amantes Galeotto cumplió la función que el libro que están leyendo cumple en la vida de los amantes Francesca y Paolo. 

Magnífica la máxima que guarda el primer terceto. Sublime el último verso: la lectura había despertado tal pasión que ya no hubo otro quehacer ese día sino amarse. ¡Luego habrá quien se atreva a decir que la lectura no sirve para nada!

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viernes, 2 de junio de 2023

PAPANATISMO COMERCIAL


¿Londres, Nueva York, Ottawa, Canberra...?

Nada de eso. 

Esta explosión de papanatismo hortera, color y buenos deseos dirigidos ¿a quién? se encuentra en un centro comercial donostiarra. 

Si la población que acude a comprar es mayoritarimente de la ciudad o de la provincia, ¿por qué no se expresa lo que se tenga que expresar en euskara y castellano?

¿Somos mejores, más listos o más guapos poniendo frases que no van dirigidas a nadie en inglés?


Por fortuna, en el ir y venir la naturaleza me ha ofrecido sus auténticas buenas vibraciones en forma de flor de tulípero, aguileña (en euskara el nombre es más bonito: kuku-belar) y malva.



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viernes, 26 de mayo de 2023

UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA


Las pocas veces que he pasado por Burgos en los últimos quince o veinte años siempre he acabado tomándome un café con leche acompañado por algún riquísmo bizcocho casero en este pequeño y acogedor café. Era una manera muy placentera, más allá del descanso en los momentos del siesteo, de reagrupar fuerzas y atención para continuar los casi de 250 kilómetros que quedaban hasta llegar a casa viniendo del sur.

Una vez más acudí a él el martes 16 de mayo después de comer, pero me encontré que estaba disponible desde hacía muy poco tiempo.


Por si queréis leer con mayor comodidad, aquí está en el enlace con el periódico.

Para compensar la tristeza de la pérdida, en el Paseo del Espolón lucía antigua y hermosa una de las librerías con más solera que conozco, la que lleva el nombre del paseo donde se encuentra. Ahí estaba el cartel que habían colocado el año pasado con sus 115 bien cumplidos, en realidad este año, en julio, cumplirá 116, pues, como indica la placa que está colocada a la izquierda, se abrió en 1907. 

De hecho, creo que la más antigua de España, también se encuentra en Burgos, es la que lleva por nombre Hijos de Santiago Rodríguez. Es posible que quienes tengáis ya una cierta edad y conservéis algún libro de vuestra primera etapa escolar, tengáis alguno editado por la casa del mismo nombre, pues fue también imprenta y editorial, aunque ya solo permanezca como librería.


Sea como sea, que ambas duren otros tantos años y ojalá que nadie deje de acudir a las entrañables, antiguas y queridísmas librerías de barrio, las únicas que mantienen aún títulos inencontrables en cualquier otro sitio.

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jueves, 18 de mayo de 2023

A PROPÓSITO DEL CID


 Yo estaba en mi último curso de Magisterio cuando murió Franco, lo que quiere decir que fui "educado" en el sistema de la dictadura. A pesar de eso, tengo en gran estima a buena parte del profesorado que me tocó. No lo recuerdo como autoritario ni tampoco con pretensiones doctrinales. Los hubo, es cierto, pero fueron muy, muy pocos. Sin embargo, a lo largo de mi trabajo en la enseñanza, ya durante la democracia, he conocido muchos más compañeros de trabajo un tanto doctrinarios y autoritarios, más que a los que a mí me tocaron como alumno.

Que el pasado régimen quisiera hacer suya la figura del Cid como portadora de valores patrios (¿?), no atañe ni a la figura histórica ni a la literaria de ese personaje. En cualquier caso, yo no recuerdo a ningún compañero de género masculino que tuviera a Rodrigo Díaz de Vivar como modelo ni de "lo español" ni de "lo masculino". En los libros de historia que estudiábamos durante el bachillerato no aparecía ni su nombre, y la Historia Medieval universitaria tampoco se ocupaba de sus hazañas, exceptuando alguna mención pasajera.

Otra cosa eran los estudios literarios. En 6º de Bachiller existía la asignatura de Historia de la Literatura Universal. En ella había un tema dedicado a cada una de las literaturas europeas occidentales (Francia, Italia, Alemania, Inglaterra y España —Portugal era mencionado dentro del apartado Cancioneros galaico-portugueses—). El Cantar de Mio Cid se englobaba dentro de las características de los cantares de gesta. Allí se mencionaba su realismo, sus elementos retóricos, su organización, las muy expresivas descripciones, su estilo y, lógicamente, se resaltaba su valor como el primer y principal cantar de gesta escrito en español (aprox. 1140). Leer, no leímos ni un verso. Eso estaba reservado para estudios posteriores.  

De "ese" personaje también se ocuparon creadores de gran relieve en la cultura occidental como Corneille o Massenet, e incluso la poderosa industria cinematográfica de otro tiempo le dedicó una superproducción en 1961; no hace mucho Amazon Prime sacaba una serie sobre el personaje, y entre una y otra se han producido otras películas de animación dirigidas a la infancia. Desde luego, si a la población española le gusta o no le gusta el Cid, no se debe ni a los estudios académicos sobre el personaje histórico, que no ha leído, ni al poema medieval, que tampoco ha leído, excepto algún que otro fragmento. La imagen que pueda tener de él se debe exclusivamente a lo que la industria audiovisual ha elaborado.

Todo esto viene a cuento porque mientras pasaba por la plaza donde se encuentra la estatua oí a alguien que decía esa es otra que habría que tirar. Quien hablaba tendría poco más de veinte años y supongo que la conversación que mantenía con su amigo, eran solamente dos jóvenes, vendría referida por los acontecimiento de hace tres años, cuando en EEUU el movimiento antirracista comenzó a derribar algunas estatuas

Los gustos cambian con el tiempo y lo que ayer nos parecía digno de admiración hoy lo consideramos aborrecible. Conozco relativamente bien los vaivenes literarios y resulta fácil señalar unos cuantos autores que hoy figuran en cualquier manual de literatura que hace cien años no figuraban en la nómina, y al contrario, algunos nombres que podíamos encontrar en un manual antiguo, hoy ya no existen. Si eso ocurre en un medio tan inocuo como la expresión artística, en el ámbito de lo social las idas y venidas son muchísimo más violentas y las discusiones infinitamente más acaloradas.

No sé si quien hablaba era o no burgalés. Ignoro si sabe algo sobre el Cid o si es un jovencísimo escultor despechado porque no han elegido su obra para colocarla en algún punto de la ciudad. Lo único que sé es que derribar estatuas no altera en absoluto lo ocurrido en el pasado, que sería conveniente estudiar para saber de qué sociedad venimos y hacia dónde queremos dirigirnos, pero esto ya entra en el resbaladizo terreno de las ideologías. Y soy de la opinión que levantar o derribar un monumento en recuerdo de alguien debería ser un acto acordado colectivamente por la comunidad, no una decisión tomada por un pequeño grupo de personas en un momento de iluminación bienpensante o de exaltación transformadora.

Por cierto, durante la II República (no durante la dictadura), en 1933, el entonces Patronato Nacional de Turismo colocó una placa en la Iglesia de Santa Gadea en recuerdo del famoso (pero de leyenda, no real) juramento al que Alfonso VI se vio obligado por parte del Cid para "demostrar" que nada había tenido que ver en el asesinato de su hermano.


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viernes, 28 de abril de 2023

SHELLEY CONTRA LA PENA DE MUERTE

Editorial
Ante la llegada de un periodo de gran cambio político, la primera ley que un reformador debe sancionar es la abolición de la pena de muerte.

Está suficientemente claro que la venganza, la represalia, la purga y la expiación son reglas y motivaciones que causan tal cantidad de miseria en la vida en la vida cotidiana de una sociedad que están muy lejos de merecer un lugar en cualquier sistema medianamente inteligente de vida política. Es evidente que incluso aunque el espíritu de la legislación haya pretendido fundar las instituciones sobre argumentos filosóficos, hasta el momento, en los casos denominados como criminales, no ha hecho sino consolar al espíritu ofreciéndole una gratificación parcial, haciendo un pacto entre su mejor parte —no infringir ningún mal a un ser sensible sin que por ello se desprenda un trato beneficioso, al menos para el involucrado— y la peor: que debe ser sometido a tortura para placer de aquellos a los que haya injuriado, o se crea que ha injuriado.

(El texto completo son una siete páginas. Traducción: Julio Monteverde). 

Tal vez sorprenda a gente poco advertida que Percy Bysshe Shelley, además de ser uno de los tres grandes poetas de la segunda generación romántica inglesa, era un auténtico polemista que no renunciaba a escribir sobre cualquier tema que le preocupara y del que sintiera la necesidad de expresar su opinión. El volumen que hace unos años publicó Pepitas de calabaza puede servir para hacernos una idea de la variedad de temas a los que dedicó su pluma: el ateísmo, los derechos humanos, la dieta natural, la política, el matrimonio, la defensa de la poesía o este Ensayo sobre la pena de muerte del que he copiado los dos párrafos iniciales. El texto completo (en inglés) lo podéis leer en wikisource.

Del texto me interesa destacar su claro posicionamiento a favor de la abolición de un castigo a todas luces inhumano y vengativo, y el hecho de ser uno de los primeros manifiestos en su contra. Es cierto que algunos de los argumentos que emplea pueden resultarnos hoy un tanto sorprendentes, pero eso no debería ser motivo para alejarnos de su lectura; antes al contrario, un estímulo para reforzar los argumentos que busquen el ejercicio de la justicia, nunca la revancha.

Fuente: wikimedia

Y una vez puesto a la tarea de dar noticia sobre Shelley, no está demás recordar que ese ambiente ensoñador, romántico y conmovido que produce la obra de Louis Edouard Fournier, El funeral de Shelley, está bastante lejos de ofrecernos el ambiente de lo que realmente ocurrió en aquel fatídico día en el que encontraron el cuerpo sin vida del poeta en la playa y después lo incineraron. 

El artículo de Miquel Molina Génova para La Vanguardia ilustra bien lo que ocurrió y no lo que Byron nos dejó escrito en su carta a Thomas Moore (20-VIII-1822): We have been burning the bodies of Shelley and Williams on the sea-shore, to render them fit for removal and regular interment. You can have no idea what an extraordinary effect such a funeral pile has, on a desolate shore, with mountains in the background and the sea before, and the singular appearance the salt and frankincense gave to the flame.All of Shelley was consumed, except his heart, which would not take the flame, and is now preserved in spirits of wine

(Más o menos: "Hemos estado quemando los cuerpos de Shelley y Williams en la orilla del mar para hacerlos aptos para su traslado y entierro. No puedes hacerte una idea del efecto extraordinario que tiene una pila funeraria en una costa desolada, con las montañas al fondo, el mar al frente y la singular apariencia que la sal y el incienso daban a la llama. Todo Shelley fue consumido, excepto su corazón, que no aceptaba la llama, y ahora se conserva en alcohol").

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miércoles, 19 de abril de 2023

MALEDICENCIA

Rueda del fuego. Castigo por maledicencia. Puerta del Juicio. Tudela.

 ¿Sabría ya el diablo en la lejana Edad Media que en el siglo XXI iban a realizar su aparición las redes sociales y habría empezado entonces a engrasar la maquinaria? 

Es evidente que la evolución no ha tenido ningún efecto sobre nuestros defectos —tampoco sobre nuestras virtudes—. La única transformación en este caso ha venido dada por los medios tecnológicos puestos al alcance de cualquier dedo caliente, malintencionado y descerebrado.

En cualquier caso, la dovela de la magnífica Puerta del Juicio de la catedral de Tudela me sirve para recordar una vez más esa grandiosa novela que es El Quijote y animar a quien aún no la haya leído a que no se la pierda, porque se está perdiendo una de las más grandes creaciones literarias de la historia de la humanidad.

No te enojes, Sancho, ni recibas pesadumbre de lo que oyeras; que será nunca acabar: ven tú con segura conciencia, y digan lo que dijeren; y es querer atar las lenguas de los maldicientes lo mesmo que querer poner puertas al campo (II, 55).

También me gusta mucho esta otra cita de Maurois, muy adecuada para quienes se dedican a reenviar y llenar de ruido y malos pensamientos al resto del personal: Habría que imponerse esta regla: no repetir jamás una maledicencia sin haber comprobado su contenido. Lo cierto es que entonces no se hablaría más de ella (Le conversation).

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martes, 18 de abril de 2023

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Captura de pantalla de la portada de OpenAI

De tanto oír hablar de inteligencia artificial y de uno de los desarrollos que más se están utilizando, ChatGPT, he decidido ponerlo a prueba con un ejercicio que me parecía sencillo: escribir un artículo sobre la importancia de la razón que incluyera las palabras creencia e ideología. Este ha sido el resultado:

La razón es una herramienta esencial para el pensamiento crítico y la toma de decisiones informadas. La capacidad de razonar y evaluar los hechos es una habilidad clave para la vida en sociedad y para el progreso en todas las áreas del conocimiento. Sin embargo, a menudo nos encontramos en situaciones donde las ideologías y las creencias preconcebidas tienen un impacto significativo en nuestras decisiones y acciones. En este artículo, defenderé el uso de la razón por encima de las ideologías, argumentando que la razón es una herramienta más confiable y efectiva para alcanzar la verdad y la justicia.

La ideología puede ser definida como un conjunto de ideas, valores y creencias que definen un sistema político, social o económico. Estas ideas a menudo se consideran verdades incuestionables, y pueden ser utilizadas para justificar acciones y decisiones incluso cuando los hechos no las respaldan. Por otro lado, la razón implica el uso del pensamiento crítico y la evaluación objetiva de los hechos para llegar a conclusiones informadas y respaldadas por evidencia.

Las ideologías a menudo se utilizan para justificar acciones y decisiones que pueden ir en contra del bien común o de la justicia. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, el régimen nazi justificó sus acciones genocidas en nombre de una ideología racista y nacionalista. En la actualidad, algunas ideologías políticas justifican la discriminación y la exclusión social de ciertos grupos de personas en nombre de la seguridad o la soberanía nacional.

En contraposición, el uso de la razón puede ayudarnos a tomar decisiones justas y basadas en los hechos. La razón nos permite evaluar los argumentos y las pruebas en su contexto y determinar su validez. Nos permite considerar múltiples perspectivas y llegar a una conclusión que esté respaldada por la evidencia y que sea consistente con nuestros valores y principios fundamentales.

Además, el uso de la razón puede ayudarnos a superar nuestras propias ideologías y prejuicios. Todos tenemos creencias y valores que pueden influir en nuestras decisiones, pero al utilizar la razón podemos cuestionar nuestras propias ideas y considerar otras perspectivas. Esto nos permite ser más flexibles y abiertos en nuestras decisiones y acciones, y nos ayuda a evitar los errores y las injusticias que pueden resultar de un pensamiento dogmático.

En conclusión, el uso de la razón por encima de las ideologías es esencial para tomar decisiones informadas y justas. Las ideologías a menudo se utilizan para justificar acciones y decisiones que pueden ir en contra del bien común o de la justicia, mientras que la razón nos permite evaluar los hechos y llegar a conclusiones informadas y respaldadas por la evidencia. Además, la razón nos permite superar nuestros propios prejuicios y ser más flexibles y abiertos en nuestras decisiones y acciones. Por lo tanto, debemos fomentar y valorar el uso de la razón en todas las esferas de la vida, desde la política y la economía hasta la ciencia y la cultura.


Sin duda, el texto está bien construido, el desarrollo es eficaz, la cohesión textual es buena, mantiene en todo momento un uso correcto de la lengua, así como una buena puntuación y ortografía. Algo que está muy por encima de la media de la gente que es capaz de escribir algo en algún momento. Dejo fuera a toda esa inmensa mayoría que nunca va a escribir nada, como no sea alguna frase para enviarla a través del WhatsApp. 

Desde luego el texto es correcto, pero a mí se me hace un tanto impersonal, frío y rígido, tal y como si una máquina que conoce las reglas de la escritura las hubiera aplicado para realizar un ejercicio de redacción, que es exactamente lo que ha ocurrido. No descarto una parte de responsabilidad mía en ese resultado tan fríamente correcto al no haber puesto ninguna condición de estilo y haber limitado la presencia de palabras a dos.

Sea como fuere, no me extraña que el alumnado de instituto esté tan contento con la herramienta. Pero al margen de trampeos varios y de ser un excelente recurso para salvar la nota, también se puede convertir en un instrumento muy útil para diferentes sesiones de aprendizajes variados dentro del aula.

viernes, 17 de febrero de 2023

UN TEJO

 

Tejo situado a la entrada de la Delegación de Salud  del Gobierno Vasco.

Pocas cosas habrá más extrañas y alejadas de la naturaleza que una ciudad. 

Llevamos ya miles de años viviendo dentro de ellas y nos hemos acostumbrado a todo tipo de circunstancias y de situaciones. A cambio de la protección, la seguridad y los servicios hemos vendido el alma al cemento, al ladrillo y al asfalto. Nos hemos acostumbrado a vivir almacenadamente ordenados unos encima de otros. Hemos construido espacios para vivir que, paradójicamente, aplastan la vida. 

Y en medio de toda esa enorme masa de materia inerte, resistiendo a la lógica urbana, se alza un pequeño tejo, ese símbolo de la perdurabilidad al que nuestra civilización ha relegado a unos pocos lugares difícilmente accesibles, donde resiste agrupado en pequeños bosquetes, atemorizado ante la expansión sin límites de la especie humana.

Quisiera creer que este ejemplar, producto de la jardinería urbana, alojado en un minúsculo macetero entre la fachada de un edificio y la acera, va a poder vivir más que el propio edificio junto al que habita —un tejo puede vivir varios miles de años—. Me gustaría pensar, aunque solo fuera por el lugar al que la diosa fortuna irónicamente lo ha enviado, que Osakidetza va a encargarse de su salud. 

Desearía, en cualquier caso, que este pequeño tejo urbano se convirtiera en emblema y recuerdo de la urgente necesidad que tenemos de cuidar la naturaleza, porque cuidar de ella es cuidar de nosotros mismos.

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sábado, 28 de enero de 2023

OÍR Y ESCUCHAR SON ACCIONES DISTINTAS

Es estupendo🙌, vivimos en una sociedad llena de personas atentas, ávidas de saber y entender, siempre dispuestas a profundizar en las sutilezas de cuanto se dice🙌🙌🙌. 

O, al menos, eso es lo que parece si hacemos caso a locutoras y locutores, a presentadoras y presentadores de cuanto programa se emite por radio o por televisión. Raramente, muy raramente, utilizan el verbo oír. Da la impresión de que ya no existe. Todo es concentración y atención. El colectivo formado por quienes oyen la radio o la televisión en castellano es, por lo tanto, el más atento del mundo🙇🙇🙇

Vayamos con los significados. Dice la RAE (los subrayados son míos): 

escuchar. 1. ‘Poner atención o aplicar el oído para oír [algo o a alguien]’: «Recuerdo que escuché su revelación con horror» (Chávez Batallador [Méx. 1986]); «El psicoanalista [...] escuchó a Carlos Rodó sin impaciencia» (Millás Desorden [Esp. 1988]). Por tanto, la acción de escuchar es voluntaria e implica intencionalidad por parte del sujeto, a diferencia de oír, que significa, sin más, ‘percibir por el oído [un sonido] o lo que [alguien] dice’: «Oí un trueno. Empezaba a llover» (Kociancich Maravilla [Arg. 1982]); «Oí comentar que Nicolás también era estéril» (Ribera Sangre [Esp. 1988]). Puesto que oír tiene un significado más general que escuchar, casi siempre puede usarse en lugar de este, algo que ocurría ya en el español clásico y sigue ocurriendo hoy: «Óyeme agora, por Dios te lo ruego» (Encina Égloga [Esp. 1497]); «Óyeme y deja de leer ese periódico» (Fuentes Cristóbal [Méx. 1987]). Menos justificable es el empleo de escuchar en lugar de oír, para referirse simplemente a la acción de percibir un sonido a través del oído, sin que exista intencionalidad previa por parte del sujeto; pero es uso que también existe desde época clásica y sigue vigente hoy, en autores de prestigio, especialmente americanos, por lo que no cabe su censura: «Su terrible y espantoso estruendo cerca y lejos se escuchaba» (Cervantes Persiles [Esp. 1616]); «Chirriaron los fuelles, patinaron en el polvo las gomas, se desfondaron los frenos y se escucharon alaridos» (Sarduy Pájaros [Cuba 1993]).

Es decir, si voy por la calle puede ocurrir que oiga los gritos de alguien pidiendo socorro, que oiga la sirena de una ambulancia, que oiga parte de una extraña conversación sobre algo que no entiendo... o que no oiga nada porque soy sordo por más atención que ponga. 

Y al contrario, puede ocurrir que vaya a una conferencia sobre branas y por más que agudice mi escucha activa, incluso tomando apuntes, lo único que logre sea no entender nada 😔porque, oh casualidad, carezco absolutamente de formación físico-matemática.

Lo que no entiendo es cómo un vecino, después de que esta semana apareciera en los medios de comunicación lo del descubrimiento de que el núcleo de la Tierra se ha frenado, me comentara yendo hacia casa la que están liando con tanto cohete en el espacio, fíjate lo que ha pasado en la Tierra 😲😲😲. Dónde voy, manzanas traigo. Claro que en este caso no sé si es qu mi vecino no escuchaba o es que quien daba la noticia tampoco ha escuchado, ni leído, ni se ha informado sobre el hecho en cuestión y lo que pueda significar. Y es que las noticias que se ofrecen, en general —alguna excepción hay—, sobre temas científicos suelen ser del tipo sensacionalista, esto es, ni oigo, ni escucho, ni me informo. 

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sábado, 14 de enero de 2023

LA INTENCIÓN, NO LAS PALABRAS

Cortesa paraula significa amable pensa 

(Palabra cortés significa pensamiento amable)

RAMÓN LLUL


No es necesario saber nada sobre Searle ni Austen, ni haberse adentrado en los recovecos de la filosofía del lenguaje, ni saber qué son o qué no son los actos de habla para ser conscientes de que las palabras pueden transmitir signicados muy diferentes a los que objetivamente se recogen en un diccionario.

Las herramientas con las que nos valemos en la vida cotidiana no son, por sí mismas, ni buenas ni malas, a no ser que las valoremos según la utilidad para las que fueron diseñadas. Así, por ejemplo, una silla es buena si cumple bien la función de que podamos sentarnos en ella y estar cómodos. Sin embargo, puede ocurrir que cojamos esa silla para golpear en la cabeza a una persona. La silla no se convierte en una mala silla por el hecho de que hayamos causado una grave lesión con ella. Lo reprobable es que nosotros le hayamos roto la cabeza a alguien. Es nuestra conducta la que debe ser juzgada como inadecuada, incorrecta, violenta..., no la silla.

Tal vez este de la silla sea un ejemplo con pocos matices, pero estoy seguro de que se entiende bien. Con las palabras ocurre algo parecido. Si en una conversación utilizo la palabra loco, la persona con quien estoy hablando necesitará del contexto de la conversación y seguramente de los matices de mi voz e incluso de mi gesticulación para saber con qué intención la estoy utilizando, es decir, a qué me estoy refiriendo, cuál es el significado del que en ese momento hago uso:

1. adj. Que ha perdido la razón. U. t. c. s.

2. adj. De poco juicio, disparatado e imprudente. U. t. c. s.

3. adj. Dicho de cualquier aparato o dispositivo: Que funciona sin control. La brújula se ha vuelto loca.

4. adj. Que excede en mucho a lo ordinario o presumible. U. en sent. positivo. Cosecha loca. Suerte loca.

5. adj. Dicho de las ramas de los árboles: Viciosas, pujantes.

6. adj. coloq. Dicho de una persona: Entusiasmada o muy contenta. Loco de alegría.

7. adj. coloq. Que siente gran amor o afición por alguien o algo. Está loca por Juan.

8. adj. Fís. y Mec. Dicho de una pieza o de un dispositivo: Que gira libremente sobre su eje.

9. m. y f. coloq. Nic., R. Dom. y Ur. Entre jóvenes, u. para dirigirse o llamar a otro.

10. f. despect. coloq. Hombre homosexual afeminado.

11. f. eufem. coloq. Arg., Bol., Cuba, Ec., Méx., Nic., Par., P. Rico, R. Dom., Ur. y Ven. Mujer que mantiene relaciones sentimentales con varios hombres, pero ninguna estable.

12. f. eufem. coloq. Arg. y Ur. prostituta.

(Diccionario en línea de la RAE).

Y siendo muchas las acepciones recogidas, yo diría que no están todas, aunque estoy seguro de que con quien estoy hablando en ese momento entiende perfectamente lo que quiero decir si ve mi gesto emocionado y el entusiamo con que hablo cuando digo que mi hija es una loca encantadora. Ayer me llenó la habitación donde trabajo de flores y mensajes. Quien me escucha recoge perfectamente el mensaje de que mi hija es una persona adorable y entusiasta. No está en el diccionario, pero mi inteción es clara. 

Imaginemos ahora que estoy en un largo tramo de la carretera donde no es posible adelantar. Delante llevo un vehículo que circula a una velocidad ostensiblemente baja. Llego a una recta con visibilidad y no hay nadie que venga en sentido contrario. Pongo el intermitente, cambio la marcha, acelero y adelanto mientras suelto con cierto enojo: ¡Dios, cuánto gusano hay en la carretera!

1. m. Nombre común que se aplica a animales metazoos, invertebrados, de vida libre o parásitos, de cuerpo blando, segmentado o no y ápodo. Era u. en pl. como taxón.

2. m. Nombre de las larvas de cuerpo blando, alargado y cilíndrico de muchos insectos y de las orugas de los lepidópteros.

3. m. lombriz.

4. m. despect. Persona vil y despreciable.

5. m. Inform. Virus informático con capacidad para duplicarse e instalarse en otras computadoras o dispositivos electrónicos usando los mecanismos de comunicación de una red.


Tampoco he aludido a ninguno de los significados recogidos en el diccionario, pero quien iba conmigo ha entendido perfectamente que me estaba quejando por la lentitud a la que circulaba el coche adelantado y, además, me ha reconvenido: Tampoco tenemos ninguna prisa, así que será mejor que te calmes. 

Podría continuar con otros muchos ejemplos, pero estoy seguro de que todos recordamos haber oído utilizar en más de una ocasión los tacos más vulgares en un sentido cariñoso, admirativo, halagador. Nada que ver con el significado más oscuro y despreciativo que tienen.

Pues eso, no nos quedemos en el mero significado de las palabras. La intención es lo que importa. Podemos utilizar cualquier palabra para dotar de color y de calor a nuestro discurso, pero hagásmolo con la mejor intención, que nuestras palabras sean como médicos del ánimo enfermo, como nos recordaba Esquilo en su Prometeo encadenado, o por lo menos para no incrementar la irritabilidad que nos rodea.

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miércoles, 14 de diciembre de 2022

DESPUÉS DE LEER A BLAKE


1. No sé nada acerca del funcionamiento del cerebro. Ignoro, por tanto, si Blake padecía algún tipo de dolencia mental.

2. Toda literatura se hace con palabras. Las palabras tienen significados. Solo la gran literatura es capaz de situarse por encima de los significados sin importar que recurra a enunciados y expresiones simples o complejas:

Estos días azules y este sol de la infancia

(A. Machado). 

Para ver un mundo en un grano de arena 
y un paraíso en una flor silvestre,
sostén el infinito en la palma de la mano
y la eternidad en una hora.

(Augurios de inocencia. W. Blake).

3. Cuando un texto es capaz de capturar instantáneamente nuestra atención, cuando penetra en nuestro ser más íntimo y despliega un cúmulo de sensaciones, cuando rememora mundos, imágenes e ideas que se encuentran más allá de las palabras con las que ha sido compuesto, cuando puede explicar aquello que se sitúa en la zona más íntima del ser...; entonces y solo entonces estamos ante la gran literatura, estamos ante el esplendor de lo sublime, ante la expresión de la belleza (ya sea insondable, terrible o francamente amable).

4. Blake parte de una doctrina artística basada en la negación de la razón urizénica (Urizen), es decir, empírica. En su opinión es necesario ver con la Imaginación. Que cada cual se sitúe donde mejor le convenga para comprender el mundo y sus gentes. Eso no afecta a la creación literaria.

5. Es innegable que la poesía de Blake tiene un fuerte componente filosófico. Dicho de otra manera: parte de una forma de entender la realidad que no es ni la de los ilustrados ni la de la física newtoniana.

6. Determinar si Blake construye una mitología para explicar el universo trascendente o no es algo que quizás no pueda explicarse nunca. Eso tampoco afecta a la literatura.

7. Termino recordando las palabras de Goethe, quien, por cierto, se sitúa bastante lejos del pensamiento de Blake (o, tal vez, no tanto): una buena obra de arte tiene y tendrá siempre consecuencias morales; pero exigir fines morales a un artista significa malograrle su oficio (Poesía y Verdad, Alba, 2017).

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