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miércoles, 17 de abril de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Ch. Baudelaire)

#unlibrounpoema

Hacía tiempo que Ivan G. M., el encantador vecino y mejor músico trance que tengo la suerte de disfrutar, me había pedido volver a las andadas de aquello que hicimos con Las quimeras al comenzar el año. O sea, algo en plan gótico-terrorífico, un poco para asustar al personal de las redes. 

De los tres textos que le ofrecí para que él eligiera uno con el que se podría sentir más a gusto creando la ambientación, eligió "Las letanías de Satán", poema perteneciente al apartado "Rebelión" del celebérrimo Las flores del mal. 

Los tres poemas que integran ese apartado tienen un fuerte contenido satánico, algo que estaba bastante de moda en el siglo XIX, especialmente desde que Byron escribiera Manfred y Caín; aunque para satánico de verdad, nada comparable a Los cantos de Maldoror, culmen, en mi opinión, del género. 

No sé si es que algunos escritores en aquella época tenían un componente gamberro muy fuerte o que la adolescencia les duró mucho tiempo. Fuese lo que fuese, aquí tenéis, en la traducción de Manuel Neila, Las letanías de Satán. Debajo de ellas está el audio con el que tanto Ivan como yo os deseamos que no paséis demasiado miedo👿👿👿😂😂😂.

Oh tú, el más bello y sabio de los Ángeles todos,
Dios privado de suerte, privado de alabanzas,

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!

Príncipe del exilio a quien tanto agraviaron,
Y que, vencido, luego te levantas más fuerte,

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!

Tú que 
todo lo sabes, rey de lo subterráneo,
Familiar curandero de congojas humanas,

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!

Tú que, incluso al leproso, y a los parias malditos
Enseñas por amor el gusto del Edén,

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!

¡Oh tú que de la Muerte, la vieja y firme amante,
Engendras la Esperanza —¡esa loca adorable!

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!

Tú que das al proscrito esa 
altiva mirada 
Que en torno del cadalso condena a todo un pueblo,

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!

Tú que sabes en qué rincones de la tierra 
El Dios celoso guarda toda piedra preciosa,

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!

Tú cuyos ojos claros saben en qué arsenales
Dormita amortajado el pueblo de metales,

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!

Tú cuya larga mano oculta precipicios
Al sonámbulo errante al borde de las casas,

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!

Tú que, mágicamente, ablandas la osamenta
Del ebrio rezagado que arrollan los caballos,

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!

Tú que, por consolar al débil ser que sufre,
Enseñas a mezclar azufre con salitre,

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!

Tú que imprimes tu signo, ¡oh cómplice sutil!
En la frente del Creso implacable y ruin,

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!

Tú que en el corazón de rameras enciendes
El culto por las llagas y el amor al andrajo,

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!

Garrote de los exiliados, lámpara de los inventores,
Confesor de ahorcados y de conspiradores,

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!

Padre adoptivo de esos que, en su cólera ciega,
El Dios Padre arrojó del edén terrenal,

¡Oh, Satán, ten piedad de mi larga desdicha!


            ORACIÓN

¡Gloria a ti y alabanza, Satán, en las alturas
Del Cielo, donde reinas, y en las profundidades
Del Infierno en que sueñas en silencio, vencido!
¡Haz que mi alma, a la sombra del Árbol de la Ciencia,
Cerca de ti repose, cuando sobre tu frente
Como un Templo novísimo se extiendan sus ramajes!



***


martes, 16 de abril de 2024

SER PUENTE



Golden Gate, Vecchio, Vasco de Gama, Brooklyn, Estrecho Akashi Kaikyō, Millau, cataratas Victoria, Ronda, Jacques-Chaban-Delmas, de la Mujer, del Cuerno de Oro, de la bahía de Sidney, Kapellbrücke…, antiguos y modernos, de madera, de piedra, de hormigón, de acero, famosos y olvidados, en pie y derruidos, puentes de todo el mundo y de todas las épocas,
                                                          puentes,                                                                                                                      puentes,
                                                                                  puentes.

Si algún día pudiera transformarme en algo,
no sé,
en una cosa
—ya sea nube, sueño, cinta de pelo o piedra del camino—,
como piden los niños 
cuando sienten la amenaza de lo real cotidiano,
a mí 
me gustaría ser puente,
lugar de tránsito,
abrazo entre dos orillas, 
invitación que acerca y comunica,
encuentro,
camino que lleva al otro lado, 
soporte y lámina que se extiende entre dos brillos,
ruta entre el azul del agua
y el más leve azul del aire,
convocatoria al descubrimiento,
nexo entre todo cuanto espera nuestra llegada,
vínculo de territorios.

No sé,
digo, 
es un decir,
si alguna vez pudiera transformarme en algo,
tal vez para huir de mis propios defectos,
acaso para expiar mis culpas,
a mí me gustaría
ser puente
y quedar tendido 

                        humanamente.



***


viernes, 12 de abril de 2024

EL FECUNDO RUMOR DE LAS MIRADAS

Para Kindle.

Tapa blanda (formato album).

Tapa dura (formato album).


Ya están disponibles las tres versiones de edición: digital, tapa blanda y tapa dura. Un recorrido personal a través de un centenar de poemas por la historia mundial de la creación artística. 

He tenido mis más y mis menos con la maquetación, pero al final he conseguido que cada poema pudiera respirar dentro de su propio espacio. Quizás sorprenda el formato, pero es fácil acostumbrarse por la comodidad de lectura que ofrece.

Las obras sobre las que hablan los poemas son accesibles en el formato digital mediante enlace (por si alguien necesitara refrescar la memoria viendo el objeto artístico protagonista del poema). En papel eso no es posible, pero esto no es un obstáculo para comprender el texto. Además, la inmensa mayoría son extraordinariamente famosas y, en cualquier caso, todas están disponibles en internet. 

La mayoría de las obras de las que escribo las he podido ver directamente; algunas solamente he podido verlas por medio de reproducciones en libros de arte, lo que no ha sido óbice para que todas y cada una de ellas hayan estimulado poderosamente mi imaginación y producido una respuesta. La respuesta, claro, es mía, pero no es un comentario. En el poema, aunque esté hablando de algo que yo no he creado, estoy más yo que la propia obra a la que me refiero, es decir, la obra se configura como pretexto para ofrecer mi propia visión del mundo.



El mundo nace cuando dos se besan
                  0. PAZ





En Khajurâho, hace ya más de un milenio,

hallaron el lenguaje del amor

en el más exquisito juicio estético

a través de la boca que habla

y de los ojos que miran.


Hacer el amor como se reza,

como una expansión del universo

en su grado más alto de belleza.


Hacer el amor como quien hace el amor

porque se sabe partícipe de la humanidad.


Hacer el amor para entendernos,

para pensar el mundo

y resolverlo en el mejor argumento.


Hacer el amor

como origen de todo cuanto existe.


Hacer el amor

por toda la superficie

de la Tierra

para llegar a lo más alto.


Hacer el amor

como la mejor exaltación de la belleza.



                           Hacer el amor.

***


jueves, 11 de abril de 2024

POETIKA, Mario Obrero

Recital organizado por KM Kulturunea:

Mario Obrero nació en Madrid en 2003, y comenzó a escribir a los siete años. Ha publicado los libros Carpintería de armónicos (XIV Premio de Poesía Joven Félix Grande; Universidad Popular José Hierro, 2018), Ese ruido ya pájaro (Ediciones Entricíclopes, 2019), Peachtree City (XXXIII Premio Loewe a la Creación Joven; Visor, 2021), Cerezas sobre la muerte (La Bella Varsovia, 2022) y Tiempos mágicos (
La Bella Varsovia, 2024)

Cursó Bachillerato de Humanidades en el instituto público La Senda de Getafe. Colabora en los micrófonos de Gente despierta de RNE con la sección de poesía «Un poeta en París». En la actualidad, cursa el grado en Lengua y Literatura Española en la UCM.

Juan Manuel Uria (Rentería, 1976) Poeta, aforista y artista plástico. Es autor de los libros de poesía Puerta de coral, ¿Quién es Werther?, Transformaciones, Manzana de vaho, Las huellas del límite, Hablar porque la muerte, Lilith, Harria, del libro de haikus K´amékuarhu y de los libros de aforismos Dos por la mañana y Dos por la tarde. Su última obra, La ciencia de lo inútil constituye la primera parte de la trilogía Poética. En 2017 abrió en Rentería la nueva librería ‘Noski!’, junto a su compañera Sihara Nuño.

Participan: Mario Obrero; Juan Manuel Uria; Diego Levices (Musikene. Saxofón).


El ciclo Poetika se realiza con la colaboración de José Luis Padrón y Jon Obeso.

15 de abril 2024
19:00
Salón de actos KMK (Convento de Santa Teresa)
Elbira Zipitria, 1
Donostia-San Sebastián
Entrada libre

***

miércoles, 10 de abril de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Xabier Lete)

Editorial
#unlibrounpoema

Reivindico una vez más las antologías colocando para esta sección esta Antología de la Poesía Vasca - Euskal Poesiaren Antologia. Es ya difícil de encontrar en la librerías porque data de 1993, pero siempre están las bibliotecas y los libros de segunda mano. El antólogo fue Iñaki Aldekoa Beitia, gran conocedor de la literatura vasca.

En ella aparecen recogidos poemas de Jon Mirande, Gabriel Aresti, Mikel Lasa, Bernardo Atxaga, Juan Mari Lekuona, Ibon Sarasola, Felipe Juaristi, Iñigo Aranbarri, Xabier Lete, Koldo Izagirre y Joseba Sarrionandia. Y vienen precedidos por un prólogo del propio Aldekoa en el que sitúa a cada autor dentro de los diferentes apartados o corrientes de la poesía vasca y en relación con las tendencias de la poesía occidental.

Entresaco un poema de Lete traducido por Gerardo Markuleta:



HERIOTZA UTOPI IZENDATU DUTENEI


Zergaitik oraindik ere
itxaropenaz mintza?
Zergatik eta zertarako
solas zaharkituak berriztatu?
Hain azkar ahaztu ote zaizkigu
erenegun guztietako
erailketen ohiartzunak?

Gure denbora etsipenarena da,
lagunok,
eta trolebus zikinetan biajatzen dugu
suburbioetako kanposantuetara

Eta utopiaren etzidamuek
flajelazio berri bat dakarte
baikortasunaren muin-muinean
ukazio latzagoen munstroak ezarriz.

Gure aroa
telefono meatxugarriena
besterik ez baita,
susmoa izenperazi nahiko liguketen
paranoiko madarikatuena.

Zergaitik, beraz, itxaropenaz mintza?
Zergatik eta zertarako
bidegurutze bakoitzean
heriotza girnaldez apaindu?

Bakarrik eta berez hilko gera
garaia etortzean,
ez bitzate alferrik beren buruak
funerarietako arduradun izendatu,,
kanposantu gehiegi baitago suburbioetan,
lagunok,
historiaren bidetxigorrak hilobiz ornitzen ibiltzeko.



A QUIENES SEMBRARON MUERTE EN LA UTOPÍA


¿Vale la pena obstinarse
en convocar una vez más a la esperanza?
¿A qué fin, por qué motivo
renovar esas charlas ya caducas?
¿Acaso hemos olvidado —tan temprano—
el eco de la sangre derramada
cada víspera de cada día?

Nuestro tiempo es el tiempo de la renuncia,
amigos míos,
y lo vivimos viajando en sucios buses urbanos
desde los suburbios hasta los cementerios.

Y los pasado mañana de la utopía
son un nuevo flagelo
y en la misma cumbre de la ilusión imponen
monstruosos amigos de más burdas negaciones.

Nuestro tiempo es el tiempo de las amenazas
por teléfono, nada más;
el de los enajenados —malditos sean—
que quieren imprimir en nuestras frentes
el sello de la sospecha.

¿A qué fin convocar, pues,
una vez más a la esperanza?
¿A qué fin, con qué motivo
adornar de guirnaldas los cadáveres
en cada encrucijada?

Moriremos solos y porque así ha de ser
cuando se cumpla la hora;
nadie tome, pues, de su mano
el funerario trabajo,
pues hay ya demasiados camposantos
en los suburbios, amigos míos,
para que nos dediquemos a sembrar
cadáveres por los senderos de la historia.

***

lunes, 8 de abril de 2024

EL FECUNDO RUMOR DE LAS MIRADAS, VALLADOLID Y LA CABEZA DE IFE


Una de las sorpresas más agradables de mi paso por Valladolid fue la que me encontré en la exposición permanente del bellísimo y renacentista Palacio de Santa Cruz. En la muy notable colección permanente de arte africano me salió al paso el rumor de una mirada que tengo en gran estima y sobre la que he dejado un poema en mi último poemario. Es una de las cabezas femeninas de la cultura Ife. Yo, claro, no había escrito el poema impulsado por la seductora belleza de esta cabeza, puesto que no la conocía, sino por otra de la misma cultura que se encuentra en el British Museum. Una es de bronce; la otra, de barro. Las características que las hacen distinguibles entre miles de esculturas de cabeza se mantienen en ambas. Que nuestras miradas se encontraran me resultó un momento verdaderamente emocionante y cargado de significado. Este es el poema:

CABEZA DE IFE




Yo soy mi propio camino.

Tuve que abrirme paso

desde mi propia belleza incomprendida.
Editorial



Mucho tiempo me costó

ser reconocida en lo que soy y valgo,

desprenderme de las adherencias

que la sorprendida Europa

dejó pegadas a mi piel.

Si os acercáis a mí

comenzaréis a conoceros un poco mejor

vosotros mismos.




Mi belleza

puede alterar vuestra manera de pensar.


Seguramente esta entrada, más que ninguna otra, se merezca estar bajo la etiqueta de Hallazgos de un paseante diletante, pues todo en ella hace honor al significado de los dos sustantivos y al del adjetivo. 

Aunque solamente hubiera sido por este hallazgo, el paso por Valladolid habría tenido sentido.

***


sábado, 6 de abril de 2024

VENID (El espesor de la herida)

Amazon

#elespesordelaherida

Con este poema, el último del libro, damos Ivan y yo por finalizado el trabajo de convertir en audio lo que solamente era texto y palabra. 

Aprovecho esta última entrada para darle las gracias públicamente por el tiempo, el esfuerzo y la imaginación que tan generosamente ha dedicado al proyecto y, cómo no, por el resultado conseguido. En definitiva, para darle las gracias por un trabajo absolutamente magnífico y desinteresado.



VENID


Venid desde las frías tierras del extremo norte.

Venid desde los cálidos desiertos que se extienden por todos los continentes.

Venid desde las altas montañas y desde los valles fértiles y amables.

Venid desde las limpias praderas tropicales

y también desde las inmensas praderas templadas abarrotadas de cereal nutricio.

Venid desde las ricas orillas de los ríos,

desde las innumerables islas de los mares,

desde la profunda selva.

Desde todas las ciudades de la Tierra

venid.


Venid y hagamos un pacto con nuestros mejores gestos e intenciones.

Un pacto como un abrazo sin fisuras.

Un pacto donde tengan sentido las palabras.


Venid

e intentemos un futuro sin hipótesis con todas las manos.

 

***


martes, 2 de abril de 2024

EL FECUNDO RUMOR DE LAS MIRADAS

Edición Kindle

Ya está en edición digital (Kindle Scribe) El fecundo rumor de las miradas. En pocos días estará también disponible en papel.

Un centenar de poemas ofrecen mi particular recorrido por la historial mundial del arte, desde las primeras manifestaciones de arte rupestre hasta las últimas tendencias. Es un poemario en torno al arte, sus intuiciones y su significado. A veces estamos dentro, a veces estamos fuera; pero seguimos mirando, interpretando y aprendiendo.

En esta edición para Kindle, todas las obras sobre las que he escrito —ya sean pictóricas, escultóricas o arquitectónicas—, aunque sean muy conocidas, llevan la imagen o las imágenes enlazadas con el título. Cuando existe autor, su nombre también se encuentra enlazado, generalmente a Wikipedia, donde poder consultar información suplementaria. Exactamente, así: 


COLOSOS DE MEMNÓN



El divino Amenhotep, hijo de Hapu,

jefe de todos los trabajos del faraón,

quiso manifestar su grandeza

en la magnitud de todas sus obras.

No dudó en servirse de montañas de granito

para el heredero de Ra.

Pero los siglos

y el imaginativo griego

alteraron la memoria de la piedra;

el viento y la arena del desierto

transformaron la fuerza del guerrero

y le dieron el don del canto

a la hora más tersa y hermosa del día.

Más tarde, los poetas del imperio inmortalizaron

su brillante voz.

Otro hijo del poder, de severo nombre

y exigua paciencia,

lo dejó mudo para siempre.



Casi tan poderoso como el omnipotente tiempo

resulta el peso de la huella que dejamos.




Debo advertir que esta edición de El fecundo rumor de las miradas es una edición muy ampliada de la que dejé de libre disposición en Calaméo y que allí sigue. También podéis oír los audios que componían esa colección en la página de Poemarios.

PS: Mucho antes de lo que yo creía, ya está disponible en papel. He llegado a casa, he mirado el correo electrónico... y ahí estaba el aviso. Esta es la cubierta de la edición en papel:

Se pueden leer las primeras páginas


***


miércoles, 27 de marzo de 2024

UN LIBRO, UN POEMA, W. B. Yeats

Editorial
#unlibrounpoema

Creo que W. B. Yeats está bien representado en este blog y mejor aun en el mundo editorial, como puede comprobarse por las entradas que le he dedicado y los títulos que en ellas aparecen; no obstante, la aparición el año pasado de He extendido mis sueños a tus pies me ha parecido un buen motivo para traerlo a esta sección. 

Lo valioso del libro no está propiamente en la selección de poemas que ha realizado Jordi Doce, pues él ya se encargó de la traducción de toda su poesía para la editorial Pre-Textos y ninguna otra publicación parcial puede competir con ella. Lo atractivo de este ejemplar es la muy cuidada edición del libro, una marca de la casa, y el añadido de las ilustraciones que aporta Sandra Rilova. Belleza sobre belleza. 

Realizadas las presentaciones, vamos con el poema:


LA MALDICIÓN DE ADÁN



Estábamos sentados, un día de finales de verano,

aquella dulce y bella mujer, tu amiga íntima,

y tú y yo, hablando de poesía.

«Un solo verso puede llevarnos horas —dije—,

pero si no parece algo pensado en un instante

todo nuestro coser y descoser es en vano.

Mejor arrodillarse sobre la médula del hueso

y fregar suelos de cocina o picar piedra

como un viejo indigente, a la intemperie;

pues dedicarse a articular dulces sonidos

es trabajar más duro que ellos, y sin embargo

ser tildado de vago por la ruidosa camarilla

de clérigos, maestros y banqueros

que los mártires llaman mundo».




                                                   Y entonces

aquella bella y dulce mujer por cuya causa

muchos descubrirán la angustia del amor

cuando escuchen su voz discreta y dulce

replicó: «Ser mujer es saber

—aunque en la escuela nadie nos lo diga—

que hemos de trabajar para estar bellas».




«Es verdad —respondí— que no hay cosa admirable

desde la caída de Adán que no requiera un gran esfuerzo.

Recuerdo amantes convencidos de que el amor

debía ser tal muestra de alta cortesía

que suspiraban y citaban con semblante estudioso

precedentes tomados de viejos y hermosos volúmenes;

aunque ahora esa labor parezca más bien vana».




La mención al amor nos sumió en el silencio;

vimos morir los últimos rescoldos de la tarde,

y en el aguamarina temblorosa del cielo

una luna, gastada como una concha que lavara

la marea del tiempo cuando fluye entre las estrellas

y rompe luego en días y años.




Me invadió un pensamiento que solo tú debías escuchar:

que eras hermosa, y que yo me esforzaba

por amarte en la antigua y noble doctrina del amor;

que alegre había parecido todo, y aun así nuestros corazones

estaban tan exhaustos como aquella luna vacía.

 

***


martes, 26 de marzo de 2024

QUINIENTOS EPIGRAMAS GRIEGOS

Editorial
Luis Arturo Guichard
DRAE:

Epigrama: 1. m. Frase breve e ingeniosa, frecuentemente satírica.
Sin.: sátira, agudeza, invectiva.

2. m. T. lit. Composición poética breve en que, con precisión y agudeza, se expresa un motivo por lo común festivo o satírico. Era u. t. c. f.

3. m. T. lit. En la Antigüedad griega y latina, inscripción de carácter generalmente funerario y dedicatorio.
Sin.: epitafio, inscripción, sentencia.

El antólogo, por si acaso, nos recuerda en su excelente introducción las palabras que Plinio dedicó a Marcial tras su fallecimiento: Oigo decir que Valerio Marcial ha muerto y lo llevo con pena. Era un hombre ingenioso, agudo, mordaz y que, escribiendo, tenía a raudales tanto sal como hiel y no menos mordaz candor. 

Eso que Plinio decía de los versos de Marcial y que el diccionario recoge, más la brevedad de la composición, es lo que mantiene vivo el interés y el atractivo de unos textos escritos hace ya muchos años, porque es la extraordinaria capacidad de decir el mundo —y con el mundo, nosotros— lo que permite que este género sea tan endiabladamente poderoso. 

Tal y como enuncia el título de la antología se recogen en ella 500 epigramas, lo que nos permite disfrutar de una gran amplitud y variedad de textos en los que están presentes todas las tendencias epigramáticas: funerarias, votivas, eróticas, satíricas, descriptivas, narrativas, matemáticas..., en fin, todas.

Una pequeña muestra:

Epícides, el cazador, por los montes persigue
las huellas de toda liebre y toda cierva,
soportando el frío y la nieve. Pero si alguno le dice
«toma, aquí está la presa», no la recibe.
Mi amor también es así: sabe perseguir
lo que huye, pero deja escapar lo que tiene a la mano
.


Nada es más dulce que el amor y toda dicha queda
en segundo lugar: mi boca escupiría hasta la miel.
Esto lo dice Nóside: aquel al que Cipris no ha amado
no sabe qué flores, qué rosas son las suyas
.
Nóside


Que te sea la tierra leve, miserable Nearco,
para que los perros te desentierren más fácilmente
.
Amiano


Si lo que nos lleva te lleva, aguanta y déjate llevar;
si te resistes, sufrirás, y lo que nos lleva te llevará
.
Páladas


No soy amante el vino, pero si quieres embriagarme
ofréceme una copa que hayas probado antes.
Aunque sólo la hayas tocado con los labios,
no será fácil seguir sobrio y huir del dulce copero.
La copa me transferirá un beso de tu parte
y me anunciará la gloria de beberla
.
Agatias


Memoria y Olvido, os saludo: a Memoria
en lo bueno, a Olvido en lo malo
.
Paulo Silenciario


Vamos a bañarnos y coronarnos, Pródica, y a beber
vino puro levantando las copas más grandes.
Breve es la vida de los placeres: la vejez
nos lo impedirá después y, al final, la muerte
.
Rufino


No puedo distinguir cuándo bosteza Diodoro y cuándo
se echa un pedo: tiene el mismo aliento arriba y abajo
.
Lucilio

Yo que antes lo hacía cinco o nueve veces, oh Afrodita,
ahora es apenas una desde que anochece hasta el alba.
¡Ay de mí! Esta cosa que ya a veces estaba moribunda,
ahora sí se está muriendo: va a reventar como Térmero.
¡Ay, la vejez, la vejez! ¿Qué no me harás luego cuando
me alcances, si me tienes ya así de decaído?

Filodemo



Uno estaba impedido de las piernas y otro de la vista,
pero cada uno compensaba lo que la suerte les quitó.
El ciego llevaba al cojo sobre los hombros
y seguía el camino recto atendiendo a su voz.
A eso les enseñó la dura necesidad rica en recursos:
a suplir lo que les faltaba para estar completos
.
Filipo


Y uno en su idioma original, que aunque no se entienda el griego antiguo ni se conozca su abecedario, la forma de sus letras ya es suficientemente atractiva:

Ἤν τι πάθω, Κλεόβουλε, – τὸ γὰρ πλέον ἐν πυρὶ παίδων 
βαλλόμενος κεῖμαι λείψανον ἐν σποδιῇ – 
λίσσομαι, ἀκρήτῳ μέθυσον, πρὶν ὑπὸ χθόνα θέσθαι, 
κάλπιν ἐπιγράψας· “Δῶρον Ἔρως Ἀίδῃ”.

Si algo 
me pasa, Cleobulo, —pues en el fuego 
de los muchachos yazgo y solo queda de mí ceniza—,
embriaga mi urna borracha con vino puro y al ponerla bajo tierra,
escribe en ella: "Ofrenda de Eros para Hades".
Meleagro



***


domingo, 24 de marzo de 2024

LORCA, COHEN Y UN VALS EN VIENA

 

Bécquer dejó escrito en su tercera carta Desde mi celda estas palabras cuyo sentido comparto plenamente: He aquí, hoy por hoy, todo lo que ambiciono: ser un comparsa en la inmensa comedia de la Humanidad y, concluido mi papel de hacer bulto, meterme entre bastidores sin que me silben ni me aplaudan, sin que nadie se aperciba siquiera de mi salida. 

Tal vez de manera menos delicada he dejado yo también escrito lo que pienso sobre cuanto rodea los rituales que se producen en torno a la muerte, tanto laicos como religiosos. Y aquí es donde aparecen Lorca y Cohen, porque Lorca fue a Nueva York un poco muerto. Estaba en profunda crisis amatoria, crisis de identidad sexual, crisis de amistad con algunos amigos que no lo fueron tanto, y, para colmo, cuando llegó a la ciudad que ya entonces no dormía nunca, la gigantesca crisis financiera, el crac del 29, estaba arrojando víctimas por las ventanas de los rascacielos. Todo cuanto le rodeaba se caía a pedazos... y además no hablaba inglés, lo que acentuó su soledad, aunque intentó aprenderlo.

Sin embargo, a medida que vamos avanzando en la lectura del libro, hacia el final, podemos comprobar cómo el carácter alegre y positivo de Lorca va sobreponiéndose a las dificultades y termina escribiendo poemas que ya no van a ser descripciones y denuncias de todo cuanto está mal (social, política, económica y hasta personalmente), sino textos más vitalistas que nos empujan a seguir... hacia donde cada cual quiera.

En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.


Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.


Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.


En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.


Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del «Te quiero siempre».


En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.

Es cierto que aún no estamos en la última sección "El poeta llega a La  Habana", pero la suave melancolía que rezuma no duele y, sobre todo, la última estrofa ayuda a encarar con otro ánimo lo que queramos que sea la vida, que es todo cuanto tenemos. Y, por supuesto, la música de Leonard Cohen también ayuda en la tarea. 

Pues eso, Thank you so much dear friends, y seguid disfrutando de la música y de la poesía cuanto queráis.

***

miércoles, 20 de marzo de 2024

UN LIBRO, UN POEMA, Alejandro Jodorowsky

En librerías
#unlibrounpoema

Sobre Jodorowsky todavía no lo tengo nada claro, pero la opinión que yo tenga poco importa, esta sección está para que por ella desfilen todo tipo de poéticas: tradicionales e innovadoras, claras y herméticas, oscuras de corazón o limpias como manzana recién cogida, ideológicamente muy cargadas o abstemias, las que logran acceder al canon y las que se mantienen fuera de él..., y este libro ya lleva mucho tiempo en casa sin que le haya dado un poquito de aire. Hoy le toca.

Acaso uno de los poemarios más sorprendentes sea el que lleva por título Yo, el tarot (2004). En la edición que yo manejo el poema dedicado a la carta del diablo se presenta así:



XV EL DIABLO


Padre de todos los abismos, madre que da vida a las grutas salobres, 
suprema fuerza del magma, centro informe del octógono, 
hediondez que revela el mentir de los perfumes, 
raíz de los espíritus viscosos revestidos de perfección, 
soy la consciencia asesina del perpetuo efímero, 
aquel que encerrado en el sótano del mundo hace temblar las torres de la fe, 
el que de rodillas devora los pies del crucificado, el que exhibe sin pudor 
una vagina huracanada, el que viola el huevo pedregoso de la santidad, el que hunde 
su verde falo en el sueño malsano de los beatos, el que defeca majestuoso 
sobre los ejes carcomidos de la razón. Sañuda medusa de las perversiones 
abro con mis veinte garras la panza de una virgen para untar un pan.

¿Quién en las celestes moradas osa elevar la voz? 
¿Quién se atreve a juzgarte, infame Creador 
Humillados ocultan el rostro entre las alas 
aceptando tu pérfida luz. En la cloaca humana sólo yo alzo la antorcha 
que exalta a las tinieblas, sólo yo con voz de lepra te exijo el fin del suceder.
Médula sin hueso, gacela que se escapa de mis dientes, quiero que conserves el instante, 
que nada cambie, que las moscas igual que las estrellas zumben fijas en el aire.
Potencia que abate los límites, cobra que hipnotiza el ojo de las puertas, 
tú que has olvidado la belleza del esplendor material, despreciado el lado oscuro,
las inagotables formas de la pasión que determinan el destino del pobre, 
el éxtasis de darle la espalda a toda ley, la interna hermosura del diamante sucio,
los gemidos morbosos de las esferas subalternas, la insigne cristalización del ego,
la lujuria delirante de los sexos que maldicen la reproducción, 
déjame entrar donde quiero, adorar al dinero porque hiede, establecer jerarquías y colocarme en la cima, 
pensar en el fruto y no en la obra, 
robar lo que me pertenece, matar hasta saciar mi bestia, lograr el triunfo sin respetar 
el corazón ajeno, quitarle los frenos al hocico del celo, 
aportar al hombre un regalo magnífico: la ausencia total de la moral, 
para que nunca más le angustien las tinieblas y pueda verse en mí, su espejo negro.

Sumido en el mundo de las apariencias, sombra donde duermes, dios vivo, 
hijo de tus sueños vago en busca del alma que se me ha extraviado. 
¿Tendré derecho a dar la orden que expulse a las arpías, el brazo fuerte para manejar el hacha 
cortando ramas donde sus cuernos se han enredado? 
¿Me dejarás abrirle el páncreas para extraer el objeto nocivo, disolver 
el espejismo donde vive como imagen tuya? Quien anda perdido es el cazador 
y no la presa: rescatar el alma es dejarse devorar por ella.

Corola que se apropia de los pétalos del mundo me abro más allá de las fronteras:
desciende con tus rayos, penétrame hasta el fondo. 
Que el pantano de los reinos inferiores sea reconocido, 
que en la substancia etérea sea yo el que obligue 
al átomo a constituirse, que yo rompa tu unidad, 
y te multiplique en infinitos centros, que la energía del yo interior 
sea transmutada en fuerza utilizable, que la conciencia sea inundada 
por la impenetrable noche de mi risa, que sea yo la tentación suprema, 
el ácido devorante, hasta que el hombre cese de despreciar la vida, 
se haga invulnerable, subordine los poderes del instinto, sea maestro 
de los gnomos de la tierra, de las ondinas del agua, de los elfos del aire 
y de las salamandras del fuego. Déjame ser la sagrada bestia en donde anida un ángel.

Y si no sois fieles lectores de Jodorowsky, supongo que no sabréis que con el mismo título que el de la recopilación de su poesía, Poesía sin fin, realizó una película en 2016, donde se escenifica su vida en Santiago durante los años 40 y 50 del pasado siglo.


Por si os interesa, alguien ha subido la película completa. Podéis verla aquí.

***


lunes, 18 de marzo de 2024

VERANO DEL 36

Editorial
 #elespesordelaherida

La banda sonora de El espesor de la herida se adentra en la penúltima sección del poemario y la creación de Ivan G.M. alcanza la excelencia. No es que la composición que ha realizado me parezca la mejor de las posibles, es que me ha dado pena tener que grabar sobre ella y que no podáis disfrutarla por sí misma. Es una auténtica cantata del dolor que recoge y expresa en toda su intensidad el dolor y las consecuencias que de él se derivaron, tal y como el poema cuenta.

"Verano del 36" es el texto más duro de todos cuantos conforman el poemario, porque cuenta un hecho real que no es una excepción ni un caso aislado. Estos hechos se producen en todas las guerras, aunque nunca sean noticia en ninguna. Son la cara oculta de todas ellas y su aspecto más feroz e inhumano. En este caso, se trata del asesinato de un maestro y su mujer que no militaban en ningún bando, y que marcará toda la vida del hijo huérfano.

Pero El espesor de la herida es, fundamentalmente y por encima de todo, un poemario pacifista, un grito de dolor ante la guerra, todas las guerras, y una reivindicación apasionada de un mundo que sea capaz de resolver sus diferencias sin recurrir a la violencia.

El espesor de la herida ha sido redactado en el deseo, sin duda ingenuo, pero fervientemente sincero, de que algún poema de los que en este librito se recogen sirva para modificar alguna conciencia. Quisiera creer que cumple la intención e, incluso, puede llevar a alguien a territorios del pensamiento próximos a los que defendían GandhiLuther King o Mandela.

La banda sonora:

El recitado con la música:



VERANO DEL 36


Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

MACHADO




José María y Valeriana,

naturales de Hervás y Aldeanueva del Camino

(Cáceres),

fallecieron algún día

del verano del 36,

poco antes de que las fuerzas sublevadas

llegaran a la ciudad.

Nadie sabe dónde están sus cadáveres.

Ni sus nombres. Nada.




No murieron

ni por Dios ni por España.

Alguien que no consta

ni en las listas de vencedores

ni vencidos

los sacó de casa

y los apeó de la vida

brutalmente

una noche de verano

del 36.

No sabemos

si llegó a salir la luna

o estuvo nublado todo el tiempo.

Tampoco sabemos

si cayeron de bruces

o lo hicieron de perfil.

Cayeron,

aunque no fuera

ni por Dios

ni por España.




Ni ellos ni sus asesinos

forman parte de la memoria.

Materia de olvido.

Ni vencidos ni vencedores,

solo un vacío en el registro de la historia,

en las listas de ausentes

y en las de las reivindicaciones.

Ni papeles. Ni cruces. Ni cementerios.

Silencio.

Ni por Dios

ni por España.




***




Días después

—ni por Dios ni por España—,

Luis, un muchacho

a punto de cumplir

los 15 años, recibe

la noticia

y el reloj de José María

rescatado de las ruinas.

Ni por Dios ni por España.

Solo rabia.

Y rencor.

Ciego de ira,

deja el internado

y se apunta a matar rojos.

Ni por Dios

ni por España,

por venganza.




***




No conocí a mis abuelos.

Unos pocos hombres malos

—ellos se creerían buenos—

una noche los mataron.

***